Los plastificantes incoloros e inodoros conocidos como ftalatos (pronunciado “THAL-ates”) se utilizan ampliamente en cosméticos, productos de cuidado personal y en aquellos que entran en contacto con plásticos durante la fabricación o el embalaje. A pesar de que los ftalatos han sido clasificados como disruptores endocrinos, tóxicos reproductivos y un probable carcinógeno humano por organismos como la Comisión Europea y la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA), limitar la exposición a estos compuestos sigue siendo un desafío para los consumidores. Comúnmente encontrados en productos de belleza, los ftalatos tienen múltiples funciones, desde evitar que el esmalte de uñas se agriete hasta reducir la rigidez en los aerosoles para el cabello. También ayudan a mantener el aroma en los perfumes y añaden flexibilidad a los plásticos.
En un esfuerzo por evitar que los plastificantes se filtren en los alimentos, algunos consumidores ya evitan recalentar ciertos plásticos en el microondas. Sin embargo, esa precaución puede no ofrecer una protección exhaustiva, según explicó Mahua Choudhury, PhD, profesora asociada de ciencias farmacéuticas en el Texas A&M University Irma Lerma Rangel College of Pharmacy y codirectora del Texas A&M Health Center for Micro-encapsulation and Drug Delivery. Choudhury indicó que la exposición también puede ocurrir a través de la ingestión, la inhalación o la piel. Los ftalatos incluso pueden cruzar la placenta durante el embarazo, lo que significa que pueden alcanzar al feto en desarrollo. Una vez dentro del cuerpo, los ftalatos pueden alterar el sistema endocrino, responsable de regular las hormonas que controlan todo, desde el metabolismo hasta el crecimiento. La Comisión Europea y otros organismos reguladores clasifican el DBP y el Di(2-etilhexil)ftalato (DEHP) como disruptores endocrinos y tóxicos reproductivos. La exposición prenatal a estos productos químicos se ha vinculado con alteraciones en el desarrollo genital masculino, desequilibrios hormonales en los bebés, disminución de la calidad del esperma en los hombres e infertilidad en las mujeres. La EPA también ha identificado el DEHP como un probable carcinógeno humano, lo que genera incertidumbre sobre los efectos a largo plazo de estos ftalatos en la salud.
Información y detalles en:https://today.tamu.edu/2025/01/10/what-you-should-know-about-the-toxins-in-beauty-products/